Las presentes conclusiones son producto del Taller que se llevara a cabo con 70 adolescentes varones entre 15 y 17 años pertenecientes a una escuela de Orientación Técnica de Salta-Capital.
Del trabajo grupal que se desarrolló se aprecia que los jóvenes se mostraron comprometidos durante su realización sobre todo porque no fueron depositarios pasivos de una conferencia sino partícipes activos, mas aún cuando la modalidad implementada y las consignas procuraban el contacto y la alternativa de elaboración de los sentimientos que generan diversas circunstancias de la realidad que viven cotidianamente.
En un 100% se advierte que los chicos poseen un reconocimiento real de las situaciones de riesgo, es decir una percepción de una realidad peligrosa en la que deben moverse. Estos riesgos incluyen situaciones de Violencia:
Dentro de la casa:
· Desestructuración familiar por separación de los padres y violencia doméstica.
· Inseguridad por delitos ( ser víctima de delitos): Vivienda vulnerable y expuesta.
Fuera de la casa:
· Resultar víctima de delitos o hechos de violencia : “ser patoteados”, “Ser abusados verbal o sexualmente”.
· Sufrir discriminación y exclusión
· Quedar inmersos en grupos marginales y de “malas influencias”
· Fácil acceso a drogas: alcohol, marihuana, cocaína, inhalantes, pasta base, psicofármacos, etc
· Pobreza y problemas económicos que entorpezcan e impidan la finalización de estudios y lancen precozmente a la búsqueda de fuentes laborales para el sostenimiento familiar y/o propio.
· Contagio de enfermedades sexuales y paternidad precoz
Estos riesgos generan Miedos que se ubican en el siguiente orden:
· Ser abandonado y quedar solo
· No tener futuro: no avanzar, no terminar sus estudios, quedarse de curso
· Convertirse en adicto y no poder recuperarse
· La muerte: “morir joven”
· Que le pase algo a los padres por “culpa” de ellos.
· Perder la madre
· Sufrir robos
· Sufrir abusos verbales y sexuales
· No ser respetado
· No ser escuchado y comprendido
· Tener hijos en forma inesperada
· Ser rechazado
· Ser golpeado por compañeros
· Pérdida de valores
Entre las Reacciones frente al miedo manifestaron:
· Ser agresivo
· Enojarse
· Quedarse callado
· Impotentizarse y sentir mas miedo
· Usar drogas
· Ocultarse y mantenerse alejado
· No salir
· Desesperarse
· Suicidarse
· Darse cuenta cómo son las cosas y recuperarse
· Desahogarse
· Comunicarse con personas de confianza
· Buscar ayuda
· Cuidar sus cosas
· Tener buen comportamiento
· Defender sus derechos
· Evitar el contacto sexual y usar protección
· Asumir las propias responsabilidades
· Preocuparse por los padres y ayudarlos
· Tratar de mejorar su vida
· Estudiar mas
Respecto a quienes sienten que podrían Ayudarlos, refieren los siguientes en dicho orden:
· Padres
· Buen amigo
· Especialistas
· Iglesia
· Personas que comprenden
· Fe en Dios
· Sociedad
· Profesores
Apreciaciones diagnósticas:
Esta primera aproximación adquiere un valor de aproximación diagnóstica que se irá complementando con otras a través de diferentes metodologías de investigación y evaluación que se irán implementando e involucrando a diversos actores y factores.
Se advierte que este grupo de adolescentes varones experimenta un sentimiento de exposición afectiva e inseguridad frente a una realidad que amenaza con producir la pérdida de aspectos valiosos :
Físicos: Integridad física y sexual
Materiales: Objetos de su propiedad, vivienda.
Afectivos: Seguridad y sostén emocional, contención, proyecto de futuro, vínculos afectivos, figuras familiares protectoras .
Morales: Valores, Confianza, Responsabilidad, Derechos, Respeto, Límites, Disciplina, Normas
Sociales: Solidaridad, Aceptación, inclusión social y mercado de trabajo, capacitación.
La sensación imperante es la incertidumbre, la fragilidad de vínculos familiares y figuras protectoras, la exposición a la ruptura y desintegración familiar, dudas sobre fuentes de protección y seguridad; angustia por perder la vida y no llegar a la juventud y adultez; incertidumbre respecto a culminar la etapa adolescente.
La vivencia predominante es depresiva con sensaciones de pérdida de vínculos afectivos que garanticen la satisfacción de necesidades básicas de seguridad, protección, defensa, valoración, sentimientos de aceptación, amor, guía, educación, estimulación para el logro de la autonomía, logros de objetivos, crecimiento y maduración.
Las defensas implementadas frente a estas vivencias son:
· De naturaleza más bien intelectual con racionalizaciones y énfasis en “deber ser, deber hacer” con modalidades de formalidad: se “comprende racionalmente” la naturaleza y dimensión de los riesgos .
· Mecanismos de evitación y huída de la angustia y el dolor: escapar , usar drogas, suicidio, por ej.
· Utilización de intentos de control a través de la agresión y la violencia.
· Puesta en acto, a través de conductas impulsivas: acting out.
· Autosuficiencia y sentimientos de omnipotencia.
Aquí puede apreciarse que los chicos poseen información sobre distintas temáticas pero que la misma no ayuda a calmar ni a resolver el miedo y la angustia producto de sus contactos con una realidad experimentada como riesgosa. Esta adquiere esta dimensión no solo por las características de la vida actual que conlleva peligros objetivos, sino fundamentalmente por la pérdida de referentes y figuras protectoras que podrían sostener y proteger, entre las cuales se mencionan como mas importantes, las familiares, pero que también incluye un entorno social e institucional que no aportan los suministros esenciales ni generan sentimientos de pertenencia y seguridad. Así, la adaptación a la realidad está sustentada mas a nivel de una exigencia de corte intelectual que en una adecuada acomodación y experiencia afectiva, con lo cual no se integra lo emocional con lo intelectual por lo que no se logra calmar ni elaborar los sentimientos de inseguridad y temor que persisten y se intensifican provocando el desborde y el malestar emocional. Esto adquiere la dimensión de una sucesión de hechos traumáticos que van , en forma ininterrumpida, injuriando y socavando sistemáticamente el equilibrio mental, la seguridad y el proceso de adquisición de la identidad ante lo cual solo hay impotencia “desesperación y mas miedo” como lo dicen los mismos chicos..
Es decir, lo que se experimenta como mas doloroso e intolerable es la vivencia de “no llegar a ser “, lo cual está vinculado no solo a la posibilidad de la muerte física sino fundamentalmente a la “muerte psíquica y emocional”, a la confusión y la desintegración mental. Es necesario saber que los actos autodestructivos y suicidas acontecen en momento de máxima alienación y desorganización psicológica, a veces agravados por ingesta de diversas drogas que contribuyen al “estallido” mental. Alienación significa “convertirse en un extraño para sí mismo”.
Alternativas de acción:
Esta sin embargo, no constituye una situación terminal siempre que activemos desde el entorno : familiar, social , político de estos chicos los dispositivos necesarios para rescatarlos. Estas alternativas incluyen:
· Refundar los vínculos afectivos con ellos asumiendo con plenitud y firmeza la función de adultos, generando un ámbito confiable y protegido para que crezcan y se desarrollen; ello incluye la familia, la escuela, la comunidad, la sociedad, las instituciones y el Estado.
· Generar que este espacio vincular, fundamentalmente familiar aunque no excluyente de los otros vínculos significativos, se organice en torno a una equilibrada conjunción entre amor y límites, lo cual promueve la educación de capacidades legítimas de afrontamiento y adecuada resolución de las tensiones, frustraciones y angustias propias del hecho de vivir.
· Resignificar y reestablecer una modalidad de comunicación que recupere su circularidad, esto es , su verdadero valor por cuanto como dice el Dr. Alfred Vanesse “para hablar verdaderamente es preciso encontrar a alguien que se interese en lo que tenemos que decir, que se esfuerce por estar con uno, que intente comprendernos a través de nuestras palabras” y agregaría: “de nuestros actos y conductas”, por cuanto padres y adultos que están verdaderamente conectados emocional y psicológicamente con los chicos pueden advertir necesidades, demandas, indicadores de malestar por parte de ellos que requieren ser respondidas de una manera pertinente, oportuna y adecuada pues, de no ocurrir, estas son generadoras de sentimientos y vivencias negativas que conducen a las patologías, al sufrimiento , a la autoagresión cuando no a la muerte.
· Refuncionalizar la comunicación promoviendo que los chicos puedan desarrollar una capacidad de expresión y transmisión de sus vivencias, angustias, miedos, experiencias emocionales y afectivas. Dicho proceso debe generarse por igual en su entorno familiar y social por cuanto para “contactar” con los aspectos emocionales de nuestros chicos debemos como adultos haber aprendido a interactuar, registrar y elaborar nuestros propios sentimientos, vivencias y emociones, caso contrario no sabríamos interactuar convenientemente con las “exigencias” emocionales de nuestros chicos a las que experimentaríamos como excesivas, desbordantes, indescifrables y por ello “amenazantes” para nuestro propio equilibrio interno . Se trata de recuperar una comunicación “profunda”, humanizada y confiable despojada de la superficialidad, fugacidad, precariedad e “ignorancia afectiva” que implican los “contactos” sociales de hoy.
· Estimular y desarrollar, con estas condiciones generadas, la capacidad de “ resiliencia” en nuestros chicos, esto es formar y generar aquellos procesos protectores intra y extrapsíquicos ( sociales) que posibiliten forjar en ellos un comportamiento vital positivo, el desenvolvimiento de una vida sana aún en un medio atentatorio y de riesgo, la construcción de factores de afrontamiento frente a adversidades aprendiendo a superarlas y resurgiendo fortalecido o incluso transformado asegurándose que su desarrollo integral y su salud mental no sucumban frente al riesgo de factores adversos , generando aptitudes de.
· Busqueda del sentido de la Vida.
· Autoestima ( voluntad de ser)
· Autoayuda (voluntad de afirmación)
· Autotrascendencia( voluntad de justicia y compromiso.
· Identidad personal y sentido de pertenencia social y comunitaria.
En el Manual de identificación y promoción de la resiliencia en niños y adolescentes de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salu de 1998 se atribuye al niño resiliente la posesión de condiciones que se expresan a través de su lenguaje y que, según Edith Grotberg son:
-“Yo tengo”…”personas que me quieren y a las que quiero, que me ponen límites y en las cuales confío”
-“Yo soy”…”querible”
-“Yo estoy”…dispuesto a responsabilizarme confiando en salir adelante”
-Yo puedo”…”permitirme estar triste, pedir ayuda ,sentir afecto y expresarlo”
Informe producido por Lic. Lucrecia Miller y Lic Silvia Rolando de Fundación PAPIS- Proyecto de Asistencia para una Infancia Segura -Salta- Agosto 2006